En los últimos años se ha observado un marcado aumento en el uso de fibra de coco como sustrato para el cultivo de cannabis y la propagación de plantas jóvenes. Dada la sensibilidad de tales cultivos, la fibra de coco tamponada ha acabado convirtiendose en el sustrato por excelencia elegido en la industria. En la producción de sustrato de coco tamponado, el nitrato de calcio se utiliza para eliminar elementos no deseados como sodio, potasio, silicio, cloruro y boro. Estos elementos tienen un impacto negativo en la germinación, propagación y crecimiento de las plantas, por lo que se aconseja eliminarlos. No muchos productores son conscientes del hecho de que las aguas residuales del tratamiento con nitrato de calcio, en caso de no gestionarse adecuadamente, pueden convertirse en una amenaza muy seria para el medio ambiente local del fabricante del sustrato. Por ello, desde el 2015, los productores de Medicoir instalaron una planta de tratamiento de aguas residuales avanzada en sus instalaciones productivas localizadas en la provincia noroccidental de Sri Lanka, siendo los primeros en hacerlo.

A medida que aumentó la demanda de sustrato de fibra de coco tamponado, lba aumentando el volumen de aguas residuales a tratar. En el pasado, era suficiente diluir las aguas residuales y suministrarlas como una solución nutritiva para fertilizar las 120 acres circundantes de plantaciones de coco, banano y piña. Pero a medida que la producción aumentó, la cantidad de aguas residuales aumentó significativamente y fue necesario implanter un sistema específico de tratamiento de aguas residuales. Es muy importante para los productores de Medicoir tener conciencia medioambiental para tratar el agua de forma responsable.

La empresa contrató ingenieros de la empresa de Sri Lanka Puritas para diseñar e instalar una planta de tratamiento de agua llave en mano de última generación y ahora puede recolectar todas las aguas residuales en un sistema central cerrado, eliminando las partículas que son dañinas para el medio ambiente. Posteriormente, el agua residual se procesa varias veces con varias tecnologías avanzadas de filtración y tratamientos de purificación. Después del tratamiento, el agua es tan clara como el agua potable y cumple con todos los estándares de la Autoridad Ambiental de Sri Lanka, que con frecuencia toma muestras y monitorea el suelo y los pozos de agua del área de producción de fibra de coco y de los alrededores para analizar su contaminación.

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